Dictadura boliviana


Israel mantuvo estrechos vínculos con la dictadura boliviana, que concedió asilo a Klaus Barbie, un comandante de la Gestapo que sirvió en la ciudad francesa de Lyon. Bolivia dio la ciudadanía a Barbie y más tarde prestó servicios al Ministerio del Interior del país. Los “escuadrones de la muerte” neonazis, utilizados por el Ministerio del Interior boliviano para eliminar a los disidentes políticos, usaron armas israelíes. En agosto de 1973, el Ministro de Asuntos Exteriores israelí Abba Eban visitó Bolivia y en una conferencia de prensa se le preguntó si había hablado con Hugo Banzer sobre Barbie, Eban respondió que era un asunto interno del sistema legal boliviano y que correspondería a Bolivia decidir si extraditaba a Barbie a Francia o no.