Las técnicas de ocupación militar israelíes, desplegadas en Cisjordania desde 1967, y en las guerras contra el Líbano en los setentas y ochentas, fueron comercializadas a nivel global y importadas por regímenes militares en África y América Latina. Mucho antes que iniciara el crecimiento exponencial de sus ventas de armas en el 2001, ya los dictadores en el mundo usaron no solo losconocimientos sino también las armas israelíes para oprimir a sus disidentes. A partir del 2001, lo que hasta ese momento se había visto solo relegado a dictadores, empezó a presentarse como legítimo de usar contra ciudadanos dentro de países democráticos. Por ello,actualmente Israel mantiene relaciones militares oficiales con al menos 130 países.

Las relaciones comerciales con Israel implican también la importación de modelos de comprensión de la sociedad, argumentaciones que sirven para comprar el militarismo. Varias de estas doctrinas son compartidas por gobiernos en América Latina puesto que les
resultan coherentes con sus necesidades: neutralizar a la oposición, monitorear a periodistas y defensores de derechos humanos, reprimir a los movimientos sociales y construir chivos expiatorios que les permitan encubrir sus propias fallas.

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